Presentaron los resultados del trabajo “Revalorización de subproductos vitivinícolas y olivícolas para la salud”

Investigadoras del CONICET presentaron, en la sala Ricardo P. Deis del Instituto de Medicina y Biología Experimental de Cuyo (IMBECU, CONICET-UNCUYO), los resultados del trabajo producto del convenio de investigación y desarrollo “Revalorización de subproductos vitivinícolas y olivícolas para la salud”. El estudio da cuenta de las propiedades antitumorales de los subproductos derivados del proceso de producción de vino y de aceite de oliva. En particular, el orujo (mezcla de escobajo, piel, pulpa y semillas de uva) y el alperujo (mezcla de agua de vegetación, pulpa y restos de carozo de aceituna). La investigación estuvo a cargo de un equipo compuesto por especialistas del IMBECU y del Instituto de Biología Agrícola de Mendoza (IBAM, CONICET-UNCUYO).

La apertura del evento estuvo a cargo de Walter Manucha, director del IMBECU, quien dijo: “Primero que nada, agradezco que instituciones público-privadas logren concretar algo tan valioso para la provincia, y el país, como es un producto de exportación y un subproducto de descarte. Además, celebro que el CONICET Mendoza sea partícipe de este proyecto, dirigido hacia el sector socio-productivo en beneficio no solo de la industria, sino también de la población”.

“Trivento es una empresa certificada que busca cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. Por eso, nos propusimos un proyecto que tuviera impacto a diferentes niveles dentro de la empresa. El objetivo es aprovechar al máximo los recursos, reducir el costo de la gestión de los residuos, y, a nivel ambiental, revalorizar los residuos y reducir la emisión de contaminantes. Además, empleamos estrategias de bajo costo y bajo impacto ambiental, promoviendo la economía circular. A nivel social, nos planteamos obtener productos terapéuticos con beneficios para la salud. Y a nivel académico y científico, buscamos fomentar la colaboración entre instituciones públicas y privadas para promover la innovación”, remarcó Manucha.

Por su parte, Andrea Pattini, directora del CONICET Mendoza, estuvo presente en el acto y comentó: “En primer lugar, estoy contenta de asistir a un seminario en el que se explican los primeros avances sobre una asociación público-privada, en este caso entre investigadoras de dos institutos abocados a trabajar sobre el posible efecto de los residuos de una industria primaria para Mendoza, como lo son el vino y el aceite de oliva. Esperamos que estos primeros resultados de esta asociación virtuosa sean una puerta abierta que nos lleve a posicionar a Mendoza como un faro en esta posibilidad de potenciar tanto nuestros productos primarios como nuestra investigación”. Además, señaló la importancia de presenciar las evidencias que mostraron ambos institutos en la elaboración de estos residuos a través de diferentes procesos.

El proyecto está enmarcado en un modelo de economía circular, ya que revaloriza residuos industriales a través de la recuperación sostenible y los convierte en compuestos beneficiosos para la salud. La propuesta utiliza una tecnología innovadora basada en el uso de Solventes Eutécticos Profundos Naturales, (NADES, por sus siglas en inglés), una alternativa que involucra únicamente componentes de origen natural y no tóxico, como azúcares, alcoholes, aminoácidos y ácidos orgánicos, en lugar de solventes químicos.

Por su parte, la responsable del área de sustentabilidad de la bodega Trivento, Mercedes Álvarez, señaló: “Estar en el CONICET es un gusto enorme. Estar en un ámbito científico y escuchar estos resultados nos permite entender mejor las cosas. La difusión en el ámbito científico para nosotros es súper importante, observar durante el acto que aparecen dudas, comentarios, ideas de otros investigadores es súper alentador, así que nosotros estamos felices de estar acá. Si bien es importante que la ciencia vaya hacia las empresas, es importante que las empresas también nos acerquemos a la ciencia, ya que tiene un peso significativo”.

María de los Ángeles Fernández y Joana Boiteux, investigadoras del IBAM involucradas en el proyecto, destacaron que el Grupo de Química Verde del Instituto ha estado trabajando desde hace tiempo en la revalorización de subproductos de la industria olivícola y vitivinícola, junto a las investigadoras Constanza López Fontana y Virginia Pistone Creydt, del Laboratorio de Hormonas y Biología del Cáncer del IMBECU.

“Presentar hoy en el CONICET los resultados de este estudio fue muy gratificante para nosotras. Poder explicar el estudio a tanta gente desde el lado académico, desde la bodega, con la presencia de otros investigadores, miembros de la universidad y representantes del Gobierno de la Provincia, nos llena de orgullo. Tengo que decir, en pocas palabras, que tanta gente esté presente hoy es un espaldarazo para seguir adelante. Sin duda, entendemos que esto se puede ampliar a otras bodegas”, concluyó Pistone Creydt.

El convenio fue gestionado por la Oficina de Vinculación Tecnológica del CCT y la Gerencia deVinculación Tecnológica del CONICET. “Nos sentimos agradecidos por la gestión de este convenio, algo que es realmente muy importante para la sociedad, que llevó adelante la oficina de vinculación de nuestro CCT. Sin esta oficina, que se encarga de aproximar, ajustar y limar esas asperezas que muchas veces tenemos en cuanto a los instrumentos de vinculación no hubiese sido posible este acuerdo. Vaya nuestro agradecimiento porque son muchas partes las que conforman este rompecabezas y la oficina de vinculación ha logrado algo muy significativo”.