CIENCIAS EXACTAS Y NATURALES
Planifican ciudades respetuosas del medio ambiente
Investigadores del INCIHUSA analizan y proyectan diferentes alternativas urbanísticas para reducir el consumo de energías no renovables.
En los últimos años, el consumo de recursos naturales y la contaminación ambiental se han incrementando notablemente producto de la actividad de las ciudades. El proceso urbanizador y los métodos de construcción influyen directamente sobre el medio ambiente urbano y la calidad de vida de sus habitantes. La escasa articulación y vinculación de la planificación urbana con planes energéticos eficientes tienen una incidencia directa sobre la disponibilidad y el aumento del consumo, y el costo, de los servicios públicos y los problemas ambientales derivados de esto.
Un grupo de investigadores del Laboratorio de Ambiente Humano y Vivienda del Instituto de Ciencias Humanas, Sociales y Ambientales (INCIHUSA-CONICET) analizan, y plantean propuestas urbanísticas con el objetivo de incorporar la sustentabilidad a la morfología urbana, haciendo hincapié en la gestión de políticas de edificación que permitan la evolución de la ciudad con un aprovechamiento óptimo de los recursos que ofrece el medio. En el caso particular del Área Metropolitana de Mendoza, la energía solar.
El Investigador Adjunto de CONICET, Alejandro Mesa, explica que el Laboratorio de Ambiente Humano y Vivienda trabaja en tres escalas: la escala objeto, que se encarga del desarrollo de elementos que utilizan la energía solar para iluminar, calefaccionar o cocinar; la escala edificios, que estudia tecnologías y lineamientos de diseño que permiten aprovechar la radiación del sol en espacios interiores, y la escala urbana, que se ocupa del análisis de las ciudades teniendo en cuenta la sustentabilidad energético-ambiental como base para la planificación de las mismas: “Todo va concatenado, porque si yo no diseño una ciudad para que pueda recibir la mayor cantidad de energía solar, una casa que está en esa ciudad no va a poder recibir esa energía, y por ende ese calefón solar no va a funcionar”, explica el investigador, “siempre en las tres escalas -continúa- desde la visión de reemplazar algo que es contaminante y pago, por algo gratuito e ilimitado”.
Mesa aclara que su trabajo se concentra en plantear propuestas de planificación urbana teniendo en cuenta las condiciones climáticas y los recursos naturales disponibles “siempre desde el punto de vista del urbanismo y la arquitectura”, a fin de aprovechar al máximo los recursos naturales y reducir al mínimo el consumo de combustibles no renovables.
Los investigadores analizan las políticas que regulan la planificación urbana y realizan simulaciones que les permiten proyectar cómo sería una urbe en un futuro próximo, si se construyese en la forma que la normativa indica: “en la actualidad, los códigos de planificación y edificación de una ciudad son los que establecen dónde y cómo se debe construir, es decir, si en ellos no se incluyen premisas como la altura o la separación entre los edificios, el resultado final no será bueno. Hay circunstancias que los códigos contemplan: está reglamentado cuál tiene que ser la superficie mínima de una ventana para ventilar e iluminar un ambiente, y se supone que con eso quedarían cubiertas las necesidades de ventilación e iluminación de sus ocupantes, pero lo que el código no contempla es la incidencia de las obstrucciones a la radiación solar que puede producir otra construcción próxima a esa abertura y que afectan las condiciones interiores”, detalla Mesa. “Esos -continúa- son algunos de los aspectos que nosotros analizamos desde la escala macro, para llegar a que las otras escalas puedan tener la radiación adecuada para calefaccionar o iluminar los espacios interiores de un edificio”.
En este contexto, el investigador explica que si bien se planifica pensando en un núcleo urbano que permita aprovechar los beneficios de la energía solar, deben tenerse en cuenta, además, otros aspectos. En el caso del Área Metropolitana de Mendoza, al tratarse de un oasis, no deberían hacerse proyecciones que impliquen una extensión espacial de la urbe, ya que eso significaría una invasión y consecuente disminución del área productiva y áreas naturales vulnerables.
El Laboratorio de Ambiente Humano y Vivienda se encuentra desarrollando un Convenio de Asistencia Técnica con la Municipalidad de Godoy Cruz con el objetivo de monitorear la aplicación de la ordenanza que regula la Planificación urbana y proponer nuevas pautas para su funcionamiento contemplando la sustentabilidad energético-ambiental urbana.