“La ciudad depende del arbolado urbano para lograr niveles de confort térmico compatibles con la habitabilidad”

Angélica Ruiz, investigadora del CONICET en el Instituto de Ambiente, Hábitat y Energía (INAHE-CONICET) y experta en sustentabilidad energética y ambiental de los espacios vegetados urbanos, reivindica este día como una oportunidad para aprender más acerca del valor de su conservación.

¿Por qué se conmemora el día del árbol?

El 29 de agosto de 1900 el Consejo Nacional de Educación estableció oficialmente el Día del Árbol en Argentina, y comenzó a celebrarse desde el año siguiente. Esta iniciativa fue impulsada por Estanislao Zeballos, es un destacado científico argentino, conocido por su trabajo en el campo de la biología y la ecología, para formar conciencia en la ciudadanía sobre el cuidado y la protección de las superficies arboladas.

¿Por qué es importante el arbolado para la provincia?

El arbolado público es un servicio fundamental para el equilibrio ambiental de las zonas urbanas, periurbanas y rurales de la provincia. En plazas, parques, calles y caminos, los árboles nos brindan sombra y refrescan el aire, disminuyen ruidos, atenúan vientos, y retienen partículas sólidas y gérmenes.

Nuestros abuelos reconocieron los beneficios que ofrecen las arboledas y convirtieron un paisaje agreste en un frondoso bosque urbano que maravilla a turistas de todo el mundo. El arbolado es parte fundamental de nuestra identidad y está asociado a las acequias que lo riegan (legado de los huarpes). En síntesis, los árboles garantizan una mejor calidad de vida a los habitantes de la provincia.

¿Cómo influye el arbolado en el microclima de la ciudad?

El adecuado diseño del arbolado urbano de Mendoza mitiga la isla de calor urbana y los eventos extremos como las olas de calor, propicia el confort térmico de los ciudadanos en los espacios abiertos y disminuye los requerimientos de energía de enfriamiento en las viviendas aledañas.

¿Qué sucede con las zonas que no tienen vegetación?

A lo largo de más de veinte años, el grupo de Urbanismo Sostenible del INAHE ha realizado mediciones microclimáticas en distintos puntos del Área Metropolitana de Mendoza y se ha llegado a la conclusión de que la ciudad depende del arbolado urbano para lograr niveles de confort térmico compatibles con la habitabilidad.

La situación combinada entre alta densidad edilicia y calles no forestadas resulta en que las personas sienten disconfort térmico a lo largo de todo el día en los espacios abiertos de la ciudad. Si esto se mantiene en el tiempo y se extiende a otras zonas, se prevé que el área metropolitana sea cada vez menos habitable, con las consecuencias negativas a nivel económico y social que esto podría traer aparejado.

¿Por qué es importante la homogeneidad de especies?

No sólo es importante que haya árboles, sino que debemos prestar especial atención a qué especies se plantan, cómo es el diseño de las plantaciones, cómo se poda y qué manejo cultural se realiza.

Se han realizado simulaciones que demuestran que una vivienda ubicada en una calle con forestación deficiente consume hasta 43% más energía que otra vivienda ubicada en una calle forestada en conformidad con las demás características urbanas.

En este sentido, se recomienda que cada cuadra tenga la misma especie forestal, plantada en tiempo y forma (homogeneidad) de manera de simplificar el manejo cultural y favorecer una sombra pareja que maximice los beneficios termo-energéticos. A nivel barrio o ciudad, es importante que se promueva la diversidad de especies ya que aporta beneficios ecológicos aumentando la biodiversidad en general, tanto de aves como de insectos que actúan como polinizadores o enemigos naturales de plagas y enfermedades. Según los resultados del Censo de Arbolado Público del Área Metropolitana, aproximadamente el 80% del arbolado urbano está concentrado en sólo diez especies.

¿Como investigadora por qué creés que es importante estudiar los árboles?

Considero que es muy importante seguir estudiando la vegetación urbana, y en particular los árboles, ya que aún queda mucho por analizar en cuanto a diseño, gestión y manejo del arbolado urbano ya que los recursos son escasos, y por lo tanto debemos procurar ser eficientes y obtener los mayores beneficios ecosistémicos para el bien de todos los mendocinos y mendocinas.