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Experimentado ecólogo de la Universidad Católica de Chile pasó por el CCT
El Dr. Fabián Jaksic, brindó una charla donde disertó sobre la importancia de los estudios a largo plazo en ecología.
El reciente ganador del Premio Nacional de Ciencias Naturales de Chile y Director del Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad (CAPES) de la Pontificia Universidad Católica de ese país, Fabián Jaksic, pasó por el CONICET Mendoza y brindó una charla en los Seminarios IADIZA – IANIGLA.
En esta oportunidad, el experimentado investigador disertó sobre: Estudios de largo plazo en ecología: experiencias en la Reserva Nacional las Chinchillas, Chile.
Allí, el Doctor en Zoología, comentó algunos aspectos de su trabajo en esta área protegida y luego brindó algunos detalles sobre la importancia de los estudios a largo plazo en ecología.
¿Por qué son importantes los estudios a largo plazo en Ecología?
Los estudios a largo plazo (ELP) son importantes por varias razones:
Primero, están en la base del desarrollo de la Ecología como disciplina. Es decir, el desarrollo de la Ecología está asociado a la acumulación de observaciones y datos sobre la distribución y abundancia de las especies a través del tiempo y el espacio. Estas acumulaciones de datos, que surgieron inicialmente para responder a preguntas simples, con el tiempo han permitido resolver preguntas más complejas sobre la adaptación y evolución de los organismos y las relaciones con los cambios del ambiente, incluyendo por supuesto, cambios como los que estamos experimentando hoy en día como cambio climático o invasiones biológicas.
Además, proporcionan conocimientos clave que no son posibles de extraer a partir de experimentos acotados en tiempo. Muchos de los procesos ecológicos y evolutivos más importantes que afectan a las poblaciones, incluidos los procesos demográficos que controlan el número de animales y los procesos evolutivos que generan la adaptación, ocurren comúnmente durante varios años o décadas en lugar de horas, semanas o meses. De particular importancia hoy en día son las tendencias a largo plazo dadas por el cambio climático. Solo a través de ELP podemos llegar a comprender el efecto de estos cambios en lo que respecta a las respuestas ecológicas, adaptaciones, manejo de recursos, etc.
En tercer lugar, proporcionan datos ecológicos que pueden usarse para el desarrollo de modelos teóricos. Las simulaciones matemáticas necesitan de un input del “mundo real” para poder parametrizarlas, ponerlas a prueba e ir mejorándolas continuamente.
Otro aspecto importante es que promueven el desarrollo de trabajo colaborativo e interdisciplinario. Debido a que para comprender el funcionamiento de los ecosistemas y estudiar cómo los organismos se adaptan a los cambios en su ambiente, necesitamos no solo tener los datos biológicos (fisiología, demografía, etc.), sino que necesitamos conocer y comprender el medio ambiente que los rodea, confluyendo el trabajo de químicos, geógrafos, meteorólogos, oceanógrafos, matemáticos, etc.
Y por último, proporcionan datos y comprensión a escalas relevantes para la gestión y, por lo tanto, respaldan políticas públicas basadas en evidencia, la toma de decisiones y la gestión de los ecosistemas.
¿Qué pueden aportar los ELP al desarrollo de la teoría ecológica?
Parafraseando desde la biología evolutiva, ocurre lo mismo, pequeños cambios en las frecuencias génicas son importantes para entender procesos adaptativos y evolutivos. O lo mismo que el efecto fundador, la deriva génica y los cuellos de botella poblacionales para entender la dinámica de cambio entre cumbres y valles adaptativos. Y sin esquivar el bulto, los estudios ecológicos de corto y mediano plazo son sólo sustitutos limitados para entender tendencias de largo plazo en organismos longevos, como por ejemplo los humanos.
¿De cuánto tiempo hablamos, cuando hablamos de largo plazo?
Mínimo 10 años, idealmente sobre 20.
¿Cómo ha sido la experiencia del trabajo en “Las Chinchillas”? ¿Cuáles fueron los resultados más relevantes de este estudio a largo plazo?
Ha sido muy fructífera. En 30 años se han realizado alrededor de 15 tesis, entre pre y posgrado y se han publicado más de 60 artículos científicos. Dentro de las líneas de investigación que más han destacado están: la historia natural de especies presentes en el área; la dinámica poblacional y demografía de micromamíferos; las interacciones entre especies presentes y las fluctuaciones El Niño/La Niña y sus efectos.
¿Hace cuánto tiempo que trabaja en “Las Chinchillas”? ¿Cómo se compone el grupo de trabajo? ¿Cómo ha ido cambiando con el tiempo?
Estamos trabajando en este sitio desde el año 1987. El sitio de estudio surge en respuesta a un llamado a concurso hecho por la Corporación Nacional Forestal (CONAF) en conjunto con el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) para el desarrollo de un proyecto de investigación sobre conservación de chinchillas (Chinchilla lanigera). En ese momento nos dimos cuenta que las características climáticas (gran variabilidad interanual), topográficas (grandes cerros cortados por profundas quebradas) y de biodiversidad, convertían a este lugar en un excelente sitio de estudio de otras especies y su estructura comunitaria, y así fueron surgiendo nuevos proyectos que se fueron sumando uno tras otro.
¿Cómo tienen pensado seguir trabajando de aquí en adelante? ¿Han surgido líneas nuevas de investigación?
Nunca faltan sorpresas cuando se estudian comunidades o ecosistemas por largo tiempo. El desarrollo más reciente es el proceso de invasión del conejo europeo (Oryctolagus cuniculus) en el sitio y las respuestas poblacionales y comunitarias de las demás especies.
¿Es frecuente encontrar este tipo de estudios, sobre todo en Latinoamérica?
No, en absoluto. En Chile solo hay 4 ELP, dentro de los cuales Las Chinchillas es el que lleva más tiempo (31 años). Desconozco la situación en el resto de Latinoamérica, pero no creo que sea muy diferente. En Argentina, lo más cercano ha sido el trabajo sostenido (pero no sistemático) realizado en la Reserva de la Biósfera de Ñacuñán, por un variado y cambiante equipo de IADIZA.
¿Cómo es la situación en Chile?
En cuanto a otros ELP, aparte de Las Chinchillas, el año 2008 se estableció la red LTSER-Chile (su acrónimo se alude al inglés Long-TermSocio-Ecological Research) con tres sitios fundadores: el Parque Nacional Bosque Fray Jorge (PNFJ, 30º S), la Estación Biológica Senda Darwin (EBSD, 42º S), y el Parque Etnobotánico Omora (PO, 55º S). La LTSER-Chile se estableció a partir de los programas de investigación de estos tres sitios que representan el trabajo conjunto de investigadores que históricamente han tenido diferentes aproximaciones a la investigación ecológica de largo plazo.
¿Pasó por la provincia solamente para presentar este estudio o tiene pensado encarar algún trabajo con investigadores locales?
Vengo a Mendoza desde 1985, cuando se realizaron las Primeras Jornadas Argentinas de Mastozoología, invitado por Virgilio Roig y Ricardo Ojeda. Aquí conocí a quien sería mi primer estudiante doctoral argentino, Luis Marone, con quien he hecho importantes aportes a la ecología de comunidades. Posteriormente, en 1987 y 1988 volví a través del Programa SPAIDERA (Sistema Para el Apoyo a la Investigación y Desarrollo de la Ecología en la República Argentina), dictando cursos de Ecología de Comunidades. En 1989, vine a las VI Jornadas Cuyanas de Geografía; en 2004, a la 2a. Reunión Binacional de Ecología (con mi estudiante doctoral argentino Ariel Farías); en 2009, al 10º International Mammalogical Congress (con mi estudiante doctoral argentina Fernanda Cuevas). También vine a dar conferencias al IADIZA en 2004, 2007, 2015 y 2019, todas ellas sobre distintos aspectos de mi investigación en Chile. Actualmente co-dirijo con Ricardo Ojeda a Yasmín Bobadilla, en su tesis doctoral sobre el frente de invasión más reciente de conejos en Argentina. No sé qué más me depara el futuro.