Estudian la heterogeneidad ambiental y la ecología en zonas áridas de la rata vizcacha colorada

Andrea Tarquino, becaria posdoctoral del CONICET en el Instituto Argentino de Investigaciones de las Zonas Áridas (IADIZA, CONICET-UNCUYO-Gob. Mza) junto a un equipo de especialistas, estudiaron las diferentes propiedades del hábitat (suelo, vegetación, clima) de la rata vizcacha colorada, roedor endémico de Argentina, que habita en madrigueras y está adaptada a la vida del desierto. La investigación fue publicada recientemente en la revista especializada en Manejo de Vida Silvestre (Journal of Wildlife Management).

El estudio, realizado en el marco del programa de investigaciones en ecología de pequeños mamíferos de tierras áridas, abarcó la caracterización, cuantificación y modelado ecológico de las propiedades del hábitat y sistema de madrigueras de dicha especie, heterogéneamente distribuida en el desierto del Monte, en el centro-oeste argentino. “La rata vizcacha colorada es un animal de hábitos solitarios, que vive en madrigueras y con baja abundancia poblacional. Además, está adaptada a la vida en el desierto, tiene riñones muy desarrollados que le permiten retener agua y, a su vez, lidiar con las condiciones de escasez de recursos del desierto ”, explica la investigadora.

Uno de los aspectos que se observó en la investigación es que las características ambientales de las zonas áridas influirían en la distribución en parches y en las abundancias poblacionales de la especie. Además, otra particularidad es que las cuevas en las que habitan presentan baja cobertura de vegetación y un mayor número de entradas como estrategia para cuidarse de los depredadores, como zorros o lechuzas, y que están construidas sobre suelos duros gracias a su capacidad para construir en estas superficies.

Tarquino añade que los roedores del desierto presentan aptaciones que se van modelando con el tiempo, en un contexto de heterogeneidad ambiental, por lo cual proporciona una base investigativa importante para la planificación y conservación de los núcleos poblacionales. “Si bien existía un estudio previo cerca de la reserva de Llancanelo donde se encontró un mayor número de entradas de madrigueras orientadas hacia el norte, no se había analizado aún una variación dentro del ambiente, es decir, qué ocurría en suelos más duros o más blandos o bien en lugares que tenían poca o mucha cobertura de vegetación, como fue el caso de nuestra investigación”, señala la experta. Y agrega, “Actualmente estoy terminando otros trabajos del uso del espacio de esta especie de cómo utilizan esas madrigueras a lo largo de una noche o más noches y como varían las distancias entre las madrigueras a lo largo de los sitios, lo cual contribuye a reforzar aspectos distribucionales de esta especie endémica de zonas áridas y sentar lineamientos para su consevación”.

La heterogeneidad ambiental en donde vive esta especie está determinada, por un lado, por la presencia de vegetación halófitica (ambientes con altas concentraciones de sal) y, por otro, las propiedades edáficas (dureza y textura del suelo) para la construcción de los sistemas de cuevas o madrigueras, y ello explicaría la distribución y abundancia de esta especie.