CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES

Estudian el uso del tiempo de las mujeres rurales en Argentina

Se trata de un relevamiento para captar la magnitud y complejidad del trabajo de cuidados de las mujeres en áreas rurales.


Estudian el uso del tiempo de las mujeres rurales en Argentina. Foto: Gentileza Investigadoras.

Los cuidados no remunerados que brindan las mujeres en sus hogares son una tarea que hasta décadas recientes permanecía por fuera de las investigaciones científicas y de la política pública. Criar, cuidar y educar las infancias, sostener la limpieza, cocinar y organizar el funcionamiento doméstico parecía un asunto naturalmente asignado a ellas. Hoy sabemos que estas tareas son una contribución esencial al funcionamiento económico y al bienestar social. Sin embargo, este reconocimiento no ha cambiado su dinámica: son mujeres las que realizan la mayor parte de estas tareas para sus hogares, sin remuneración alguna, y con notables diferencias según procedencia geográfica, nivel de ingresos, posibilidades educativas y laborales.

María Florencia Linardelli y Daniela Pessolano, investigadoras del CONICET en el Instituto de Ciencias Humanas, Sociales y Ambientales (INCIHUSA-CONICET), junto a profesionales del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), de la Universidad Nacional de Santiago del Estero (UNSE) realizaron un estudio sobre los cuidados realizados por mujeres rurales en Argentina, a través de una encuesta del uso del tiempo. El proyecto, que se llevó a cabo en las provincias de Mendoza, Córdoba, Santiago del Estero y Tucumán, persiguió un doble propósito, por un lado, sistematizar la información disponible sobre las particularidades de las tareas de cuidados en zonas rurales y rururbanas de América Latina y Argentina, y por otro, relevar la magnitud de la carga de trabajo que tienen las mujeres que habitan esos territorios, especialmente en lo relativo a labores domésticas y de cuidados.

La Encuesta Nacional de Uso del Tiempo (ENUT), realizada por primera vez en el año 2021 en nuestro país, logró un gran avance en el conocimiento del tiempo invertido por las mujeres en los cuidados, sin embargo, solo se aplicó en zonas urbanas por lo que imposibilita conocer las cargas de trabajo y las problemáticas particulares de las mujeres rurales.

El equipo de investigadoras se propuso abordar esta temática  a partir de identificar un vacío en el conocimiento y una necesidad social: “A nivel nacional tenemos poca información sobre el papel que cumplen las desigualdades territoriales y la residencia rural en esa carga, dado que los relevamientos estadísticos se han concentrado en los grandes aglomerados urbanos. Por lo tanto, uno de los desafíos que enfrentan los instrumentos estadísticos y las políticas de cuidados y agrarias a nivel nacional, para lograr resultados eficaces, equitativos, redistributivos y federales, es captar la complejidad y diversidad del trabajo de cuidados realizado por las mujeres rurales de distintas regiones y territorios”, dice Linardelli.

Pessolano explica que la medición del uso del tiempo es importante  porque permite reconocer que las necesidades de las personas se satisfacen no solo con los ingresos del trabajo pago, sino también gracias a una gran cantidad de horas de trabajo doméstico y de cuidados no remunerado. Con estas mediciones podemos conocer qué cantidad de tiempo destinan, tanto varones como mujeres, a la realización de actividades ya sea de trabajo remunerado, no remunerado, comunitario, de tiempo libre y las actividades personales. Asimismo constituyen una herramienta fundamental para el diseño de políticas públicas de cuidado, (educativas, sanitarias, recreativas y productivas); como también para lograr un mejor y más igualitario reparto de tareas en los hogares, fortalecer los derechos de las mujeres y contrarrestar las desigualdades económicas a las que están expuestas, especialmente aquellas que son pobres, migrantes y objeto de procesos de racialización”, dice la investigadora.

Linardelli señala que el relevamiento desarrollado arroja una mayor dedicación horaria al trabajo productivo y reproductivo por parte de las mujeres rurales que se relaciona, entre otros aspectos, con la carga de labores de autoconsumo que realizan: cortar leña, acarrear agua, atender huertas, criar animales, producir conservas y bebidas, confeccionar y reparar ropa, tejidos y artesanías para el hogar”. La investigadora añade que al comparar tendencias se ven las disparidades. “Los resultados de la ENUT indican que el tiempo total promedio de trabajo diario de las mujeres urbanas es de 9:20 horas diarias, mientras que el relevamiento que hicimos, en zonas rurales y semirurales, informa un tiempo mayor de 13:26 horas de trabajo total promedio diario”, comenta.

El proyecto que llevan a cabo las profesionales, con la colaboración de distintas organizaciones sociales rurales, tiene una fuerte vocación de aportar al diseño de políticas públicas que mejoren las condiciones de vida y trabajo de las familias rurales, realizando una contribución específica para conocer las principales razones de la desigualdad económica que viven las mujeres y que afectan profundamente sus oportunidades y autonomía.

“Con este proyecto buscamos generar información que sea útil para las instituciones que desarrollan políticas agrarias y de género, como también para acompañar los procesos de organización de las propias mujeres del mundo rural, brindando datos confiables sobre el uso del tiempo de las pobladoras  de estos territorios”, concluye la investigadora.