CIENCIA

La realidad de la investigación científica en América Latina

Daniel Ciocca, investigador del IMBECU, junto a Gabriela Delgado, investigadora de la Universidad Nacional de Colombia analizan, en un artículo publicado en el journal Cell Stress and Chaperones, la actualidad de la investigación científica en Latinoamérica.


Existe una tremenda disparidad en la productividad científica entre las naciones, particularmente en América Latina.

A primera vista esta situación se podría relacionar con la relativa salud económica de los diferentes países de la región, pero incluso países latinoamericanos grandes y relativamente ricos no producen un buen nivel de la ciencia.

Aunque América Latina ha aumentado el número de sus científicos e instituciones de investigación en los últimos años, la brecha entre los países desarrollados y los de Latinoamérica es sorprendente.

La importancia primordial de la ciencia y la tecnología para el desarrollo de una nación no es plenamente reconocida en Latinoamérica. Los principales factores que contribuyen a la baja productividad son el acceso limitado a subsidios para investigación, presupuestos inadecuados, niveles deficientes de infraestructura de laboratorios de investigación y sus equipamientos, el alto costo y la oferta limitada de reactivos de investigación, los salarios inadecuados y la inseguridad personal de los científicos.

La inestabilidad política y económica en varios países de América Latina provoca la falta de objetivos a largo plazo que son esenciales para el desarrollo de la ciencia. En América latina, la ciencia no es un motor de la economía. La mayoría de los equipos y suministros son importados (drenaje económico), y a las industrias nacionales no se les dan incentivos para producir estos bienes en casa.

Es una pena que la sociedad latinoamericana se haya acostumbrado a esperar que los nuevos avances científicos y tecnológicos vengan de los países desarrollados más que de sus propios científicos.

En este artículo presentamos una visión crítica de la vida cotidiana de un investigador latinoamericano, principalmente en el área de biomedicina. Demasiadas mentes jóvenes brillantes continúan su éxodo de América Latina para los países desarrollados (drenaje de cerebros), donde son muy exitosos. Sin embargo, todavía tenemos muchos jóvenes graduados que desean hacer una carrera en ciencias y contribuir a la sociedad Latinoamericana. Los gobiernos deben mejorar la situación de la ciencia por el bien de estos jóvenes graduados que representan el futuro intelectual y económico de sus países.