CIENCIAS BIOLÓGICAS Y DE LA SALUD

Describen la relación entre los moduladores de la presión arterial y el dolor por inflamación cutánea

Científicos del CONICET estudiaron cómo ciertas neuronas sensoriales expresan los dos receptores más importantes de un sistema hormonal que regula la presión sanguínea.


El sistema renina angiotensina aldosterona (RAAS, por sus siglas en inglés) es un sistema de hormonas que participan en la fisiopatología de la presión arterial. Ciertos fármacos  que actúan sobre este sistema podrían tener efectos sobre el control del dolor originado por procesos inflamatorios, aunque no se conocen bien los mecanismos que utilizan estas drogas para ejercer sus efectos.

Un grupo de científicos del Instituto de Histología y Embriología de Mendoza (IHEM, CONICET-UNCUYO) demostró, en un artículo recientemente publicado en la revista Journal of Neurochemistry, de qué manera la inflamación cutánea cambia la actividad y la expresión de los receptores de la angiotensina II en diferentes subpoblaciones de neuronas sensoriales, agrupadas en estructuras del sistema nervioso periférico denominadas ganglios de la raíz dorsal.

El objetivo de los investigadores era entender cómo las neuronas nociceptivas -aquellas que procesan estímulos potencialmente dañinos contra los tejidos- utilizan las moléculas del RAAS para actuar como intermediarias en la respuesta a la inflamación.

En sus estudios de laboratorio comprobaron que los dos receptores más importantes (AT1R y el AT2R) para la angiotensina II están expresados en este tipo de neuronas, cosa que hasta el momento no se conocía con certeza.

“Existía evidencia de que parte del RAAS tiene que ver con el dolor, pero cuál es el mecanismo, cómo lo hace, sobre qué actúa o a qué nivel, era desconocido. El hallazgo más importante es que las neuronas sensoriales primarias nociceptivas del ganglio de la raíz dorsal expresan tanto el AT1R y el AT2R. Lo inédito de esto es que estos dos receptores generalmente actúan en muchos otros procesos de modo antagónico, es decir uno anulando los efectos del otro. Lo que nosotros describimos en el artículo es que en las neuronas sensoriales no sólo no actúan en forma opuesta, sino que cooperan entre sí”, comenta Cristian Acosta, investigador adjunto del CONICET en el IHEM.

“Lo que hicimos fue buscar parte de los componentes del RAAS en neuronas sensoriales primarias que son las encargadas de detectar, por ejemplo, el tacto, las diferencias de temperatura, la sensación de dolor cuando uno se pincha, etc. Estas neuronas también están relacionadas a cuestiones patológicas como la inflamación. Nosotros en particular estudiamos la inflamación cutánea”, detalla  el biólogo.

La mediación de la respuesta inflamatoria, explica el investigador, está vinculada a un aumento en los niveles de presencia de estos receptores para angiotensina II en el tejido, lo que promueve un aumento en la inervación producida por las neuronas sensoriales. Esa hiperinervación contribuye significativamente al dolor y a la inflamación.

“Otro de los temas que planteamos en el artículo es que se pueden usar antagonistas de AT1R y AT2R para atenuar la hiperinervación y, eventualmente, revertir este aumento durante el proceso inflamatorio”, explica el investigador.

Estos hallazgos abren la puerta a investigaciones clínicas que puedan evaluar el tratamiento de patologías inflamatorias mediante la utilización de drogas alternativas: “Podríamos decir que el mensaje último de esta publicación es que este tipo de antagonistas de AT1R y AT2R, que se usan para tratar la hipertensión arterial, tienen potencial, a futuro, como una nueva estrategia para tratar el dolor asociado a los procesos inflamatorios”, concluye el investigador.

Referencia bibliográfica:

Cutaneous inflammation differentially regulates the expression and function of Angiotensin‐II types 1 and 2 receptors in rat primary sensory neurons’ (J. Neurochem. 2020, vol. 152 (6), pp. 675–696) doi: 10.1111/jnc.14848